jueves, 24 de abril de 2014

Concurso de Relatos

Participa en el concurso de relatos: "Una imagen, una historia para la memoria y el fomento de la paz", sobre la I Guerra Mundial, la llamada "La Gran Guerra". Este curso conmemoramos el centenario para recordar que la guerra nunca es el camino hacia la PAZ.
Escoge una foto histórica de la I Guerra Mundial y crea tu historia, relato o poesía. Entrégalo a tu profesor/a para que lo publique en el blog del Concurso y participa leyendo y comentando otros relatos de compañeros y de otros colegios.
Máximo de palabras y tipo de letra: El relato tendrá como máximo 600 palabras. El tipo de letra es libre, pero el tamaño debe ser 12. Puede ser en prosa o verso.
Plazo de entrega de tu relato: Hasta el 11 de Abril. Debes entregarlo a tu profesor/a, que lo subirá al blog. Acuérdate de entregar el relato y adjuntar la foto. También necesitamos saber la URL de la foto (puedes copiar la dirección web de la foto y añadirla al word del relato)
Publicación del ganador/a: Día del libro: 23 de Abril de 2014 
Premio: Último libro de John Boyne (autor de El niño con el pijama de rayas) "Quedaos en la trinchera y luego corred", un lápiz de memoria y un diploma.

Entrega del premio



Hemos entregado el premio del concurso de relatos el 24 de marzo. Nuestra ganadora fue, como recordaréis,  Marina Vega, de 4º de ESO, que había participado con el relato "Una vida".  Aquí teneis la foto...
 

miércoles, 23 de abril de 2014

Finalistas del Concurso

Relato ganador -  ¡Felicidades!
Un vida - Marina Vega Fernández - IES Selgas
Finalistas con 2 votos -
 
Finalistas con 1 voto

Centenario de la Gran Guerra


Este año, 2014, se conmemora el centenario de la Primera Guerra Mundial, llamada "La Gran Guerra", que comenzó el 28 de Julio de 1914 y terminó el 11 de noviembre de 1918. Cuatro años de muerte para Europa. Aproximadamente10 millones de muertos y 6 millones de discapacitados. Esperamos que estas conmemoraciones y la educación para la paz realizada desde el ámbito educativo sirvan para que nunca más se vuelvan a vivir guerras y atrocidades semejantes.
Esta guerra fue una de las más atroces que han existido. Fueron muy comunes las ejecuciones sumarias de civiles, dejando atrás los ideales de la Convención de La Haya que protegía a los no combatientes. fue una guerra famosa por su red de trincheras, que protegían a los soldados, pero también eran una trampa, ya que el agua llegaba por encima de las rodillas y el barro estaba infectado de ratas y piojos, así que las enfermedades se extendían rápidamente. También fue la primera guerra en la que se utilizaron gases venenosos, la primera guerra química (se utilizaron desde lacrimógenos hasta incapacitantes como gas mostaza o fosgeno). Era frecuente ver a los soldados en las enfermerías cegados...
Es la primera guerra en la que produjo un genocidio sistemático, exterminando a la minoría cristiana de los armenios en el imperio otomano. Más de un millón y medio de armenios fueron brutalmente masacrados.

Fue la última guerra en la que los caballos tuvieron un papel importante: utilizados para desplazar municiones y raciones o para cargar con heridos... Eran además un blanco muy fácil de atacar, así que la mayoría murieron, aproximadamente unos 8 millones.

viernes, 11 de abril de 2014

Con lágrimas de barro la historia está manchada


Tantos surcos como sueños,
Dibujan una piel cansada.
Saben tus labios aún a miedo,
Y a palabras robadas.
¿Quién tiñó de ceniza tus ojos?
¿Quién fue el cobarde que apagó tu mirada?
Con lágrimas de barro,
La historia está manchada.
Te escondiste, vida,
Haciendo eterna la espera,
Detrás de cada arma
La más débil carroñera.
Disparaste nuestras almas,
Nos ahogaste en las trincheras…
Pero con el poder en la garganta,
Aunque mis manos viejas,
Prometo defenderte, mundo,
Y decirle no a la guerra.




Amanda Granda
4º de ESO
Colegio Santo Domingo

Una vida



Tras este objetivo se esconde una vida. Una vida grande o pequeña, desgraciada o célebre. Puede que sea el asesino de tu hijo, de tu hermano, pero sigue siendo una vida. Una vida que aún se puede arrepentir del mal que ha causado, que aún puede cambiar y dejar las armas.
Aunque esa vida no tiene por qué  ser de un asesino, a lo mejor es de un niño que se cruza por el camino, que con su inocencia sólo va a buscar lo que a otros se les ha perdido. O a lo mejor no hay ninguna otra vida kilómetros a la redonda, ni siquiera la del cadáver sobre el que está sentado el soldado, quieto, frío, sin pulso ni respiración. Su hora ya había llegado, y que tendría, ¿veinte?, ¿treinta años?, ¿tal vez menos? Seguro que sí. Ahora ya no se mueve, no es nada, pronto su cadáver será tierra, de él quedarán los huesos, y la ropa, además del recuerdo de su familia, que esperará eternamente angustiada su imposible regreso.
Por fin ha llegado la hora, el soldado mira, apunta y...

MARINA VEGA FERNÁNDEZ

Aquel niño



Y lo peor de todo fue ver a aquel niño allí sentado
Sin decir nada, callado
Hambriento,
Su único compañero, el viento.
Traumatizado
Tras ver todo aquello se quedó horrorizado
Aunque no parecía asustado
Simplemente acongojado
Por todo el ruido y el humo que allí hubo.
Humo de pólvora,
Humo de armas,
Humo de cuerpos quemados,
Humo…
Santiago Alonso 4º ESO CPEB de Cerredo

Tregua de Navidad


Primera Guerra Mundial, 4 años, 10 millones de muertes, 8 millones de heridos.

Está claro que los números son aterradores y que las consecuencias en Europa y el mundo fueron devastadoras. Millones de familias quedaron rotas por culpa de La Gran Guerra, pero, me gustaría daros a conocer, que entre momentos que vemos repletos de caos, solemos dejarnos en el tintero los detalles que hacen estallar  sonrisas  los instantes que funcionan como armas poderosas , mucho más de lo que creemos, contra cualquiera a las que nos tengamos que enfrentar. Estoy cansado de que la gente oiga la palabra “guerra” y en sus oídos solo viva el eco de la destrucción, pesadillas bañadas en sangre, sufrimiento y un sin fin de calvarios. No es mi intención mitigar el significado de esos años, mas siempre hay cabida para una brizna de optimismo. Pensemos en ese periodo con mayor amplitud, en lo que desconocemos…

Tras las mortíferas balas hubo momentos felices. Uno de estos  fue la Tregua de Navidad. No muchos conocen este dato, y estoy seguro de que cuando lo lean se iluminará su cara con el brillo de la esperanza.





Dice así: En la Navidad de 1914, el káiser Guillermo II dio la orden para que los soldados alemanes recibieran más comida, más vino y, por supuesto, pudiesen celebrar la dicha fiesta. Por extraño que parezca, las trincheras germanas en Ypres (Bélgica) lucieron bastante coloridas aquel 24 de diciembre, para en la noche empezar con los villancicos…

La sorpresa de los aliados fue brutal; no podían creer lo que sus ojos veían. Pero en lugar de aprovechar la ocasión para aniquilar a todos, decidieron responder con cánticos y, tímidamente, iniciar la celebración. Soldados ingleses y alemanes se olvidaron de las armas por unas horas. De hecho, cuenta la historia que varios soldados se animaron a salir de sus trincheras para desearse una Feliz Navidad, intercambiando cigarrillos, chocolate, etc. Incluso se dieron tiempo para enterrar a sus camaradas caídos y organizar una ceremonia conjunta.
Pero eso no fue todo, pues al día siguiente continuó el ambiente festivo. Para entrar en calor, un soldado escocés sacó un balón de fútbol.
Ambos bandos construyeron sus porterías como pudieron, y pese al gélido clima los soldados se mostraron entusiastas en ese encuentro, que no tuvo árbitro, pero sí un apegado respeto a las reglas del juego.
­¿Increíble, no es cierto? Es una gran historia, que pocos conocen. Para mí, uno de los mayores ejemplos de superación que existen en la historia de la humanidad.

 
Daniel Suárez Fernández
4º ESO
Colegio Santo Domingo

jueves, 10 de abril de 2014

Quizás



Quizás esto acabe pronto.
Quizás vuelva a ver a mamá.
Quizás mi casa siga en pie.
Quizás no sonarán las balas.
Quizás mis ojos volverán a brillar.
Quizás mañana podré comer.
Quizás mis amigos estén vivos.
Quizás esta noche duerma.
Quizás alguien me enseñe a leer.
Quizás esto es un juego.
Quizás las flores crecerán. 
Quizás encuentre con quien jugar.
Quizás mi gato no esté muerto.
Quizás alguien se acuerde de mi.
Quizás pueda sonreír.
Quizás el suelo no explote.
Quizás las flores vuelvan a salir.
Quizás vuelva a oler a pan.
Quizás salga el sol.
Quizás esta pesadilla terminará.

Pérez Díez, Bárbara
3º ESO